jueves, 23 de julio de 2009

LOS VERICUETOS DE LA CONSULTA

Si algo quedó claro, después de los lamentables sucesos de Bagua, es que al menos en el corto plazo, la generación de leyes así como la implementación de políticas referidas a la extracción de recursos no deben realizarse de manera inconsulta, en especial ante las poblaciones involucradas. Queda entonces una segunda etapa, y quizá la mejor manera de recordar a tantos compatriotas (Indígenas y policías) caídos, hacer que la lección, esperemos aprendida, de que es necesario consultar al “otro”, sea parte de las políticas a ser implementadas por los gobiernos de turno; sabemos que no se trata de algo sencillo. Por ello mismo, con ustedes un articulo interesante de Javier Torres que nos invita a pensar en “la consulta como política pública” compleja, es cierto, pero como ya lo aprendimos, necesaria.


LOS VERICUETOS DE LA CONSULTA
Por:Javier Torres Seoane*

Los decretos legislativos debieron ser consultados con los pueblos indígenas de la Amazonía: este ha sido uno de los pocos temas en los que ha habido consenso total con respecto al conflicto que culminó en los eventos del 5 de junio, en Bagua. La causa indígena no solo ha despertado una extensa solidaridad en diversos sectores, sino también la expectativa de que, de ahora en adelante, se aplique la consulta —como lo manda el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)— tal como se desprende de los resultados de la Encuesta Nacional Urbana realizada en el mes de junio por Ipsos – Apoyo.1

Está claro que la consulta tendrá que ser aplicada. La pregunta es ¿cómo se hará? Ciertamente, más allá de que haya un dilema inicial entre partidarios y detractores del mecanismo acerca de la interpretación sobre el carácter vinculante o no de la misma, la consulta apunta a la búsqueda de un consenso entre los intereses de los gobiernos nacionales y el de los pueblos indígenas. Esos consensos tendrán que expresarse en algún tipo de acuerdo, que las partes estarán obligadas a respetar, en tanto miembros de un mismo Estado: si el Gobierno consulta y la población considera que tal o cual medida vulnera sus derechos, sería absurdo que este no lo tome en cuenta, porque estaría perdiendo legitimidad frente a los consultados. Que no se diga “se tomará en cuenta las opiniones sobre tal o cual tema”, sino más bien, “el gobierno y los pueblos coincidimos en que tal tema debe ser tratado de esta manera, y por tanto se convierte en norma o política pública”. De no ser así, la consulta no resolverá nada y quedará como un ejercicio meramente declarativo.

Sobre los temas y el momento de la consulta

Lo primero es señalar quién define el tema a ser consultado. Tenemos dos posibilidades, una primera que es establecer una norma que delimite los temas a tratar, y la segunda es dejar esa delimitación al libre albedrío de los pueblos indígenas, de manera que, cuando algún pueblo indígena se sintiera afectado por alguna medida o política gubernamental, podría apelar al derecho de consulta.

En el primer caso significaría montar una institucionalidad vinculada al tema indígena, hecho sumamente complejo en un país donde esta institucionalidad se reduce al Instituto Nacional de Desarrollo de los Pueblos Indígenas, Amazónicos y Afroperuanos (INDEPA) mal creado y peor dirigido. Tan poca es su legitimidad que la Defensoría del Pueblo, luego de plantear que se debería consultar primero al INDEPA para ver si la propuesta de norma o de ley podría afectar la vida de los pueblos indígenas, ha desechado esa posibilidad en el proyecto de Ley Marco del Derecho a la Consulta.2 En todo caso, sí así fuere, se iniciaría entonces la consulta. ¿Qué casos son estos? ¿Aquellos que afectan la vida y el hábitat solamente? Para los defensores más acérrimos de la autonomía indígena esta vía es incorrecta porque son los propios “afectados” y no un ente estatal los que deben definir cuándo se les consulta algo.

Debemos tomar en cuenta que en el Estado existe un sistema de toma de decisiones en el cual cualquier medida o norma atraviesa un largo camino antes de ser aprobada. Quienes conocen el sector público saben que cuando se emite una norma al interior del Ejecutivo, las normas vienen y van por una serie de dependencias que formulan su opinión sobre la misma. Es por ello que la aplicación del mecanismo de consulta exige una reforma en los procedimientos de elaboración de las normas legales y de las medidas administrativas.

¿Cuál es el mejor momento para emitir una opinión sobre una propuesta? En ese sentido habría que responder cuándo debe ser consultado el pueblo indígena: ¿al inicio de la idea?, ¿en el momento de la primera redacción?, ¿antes o después de la opinión de la oficina legal de cada ministerio? En el caso de una ley, ¿tendría que ser ante comisiones, en el momento del predictamen, luego de la emisión del dictamen o antes de que entre al pleno? Como señalan varios expertos, lo que ocurre es que cuando el proyecto llega al pleno, se aprueba normalmente algo que no estaba en el dictamen, porque siempre hay negociaciones y acuerdos de última hora entre los partidos. ¿Tendrán que tener los pueblos indígenas una representación congresal con voz y sin voto como reclama Aldo Mariátegui o con voto, como ocurre en Colombia? El problema del momento de la consulta es otro de los temas a analizar y resolver.3

Asimismo, la posibilidad de que sean los pueblos los que determinen qué es lo que les afecta entra en abierta contradicción con la racionalidad burocrática que necesita todo Estado moderno. Este requiere de normas y procedimientos, ya que de otro modo le estaríamos agregando un factor de complejidad. Resulta más conveniente que el tema se desarrolle paso a paso, antes de plantear reformas de mayor magnitud, para encontrar un equilibrio entre el derecho consuetudinario que rige al interior de los pueblos indígenas y el marco jurídico bajo el que se rige el Estado Peruano.

Sobre los sujetos de la consulta

De otro lado, hay un conjunto de dudas en torno a quiénes deben ser consultados. Es cierto que hay normas de rango nacional que pueden afectar a todos por igual y para las cuales se podría apelar a la representación de los gremios indígenas como la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP) y la Confederación de Nacionalidades Amazónicas del Perú (CONAP), pero cuando se desciende al nivel regional es más complicado. Por ejemplo, una medida tomada por un gobierno regional puede afectar a un pueblo indígena como los ashaninkas que están asentados en más de una región, o normas que emiten los gobiernos locales pueden no afectar en igual medida a los diferentes pueblos de la Amazonía.

Otro problema es cómo se conjugarán el derecho y el mecanismo que se establezca para la consulta —concreción de un derecho colectivo— con los diversos mecanismos de participación ciudadana, que son derechos individuales de todos los ciudadanos y ciudadanas del Perú. En este caso puede haber conflictos en el nivel municipal y perfectamente, los pueblos indígenas podrían apelar al mecanismo de la consulta para materias tan concretas como la definición del presupuesto municipal de inversiones, lo que generaría problemas con el presupuesto participativo. Otro aspecto en los distritos con mayoría de población indígena es el de los temas vinculados a los derechos de control, como los mecanismos de carácter plebiscitario o como la revocatoria. En el primer caso entrarían en colisión dos mecanismos de carácter consultivo mientras que en el segundo, uno de carácter vinculante con uno no vinculante. Ello podría ser resuelto a largo plazo estableciendo los equivalentes a estos mecanismos para los pueblos indígenas.
Todo esto se hará más complejo si siguen en aumento las demandas de una serie de movimientos y comunidades de la sierra que reivindican el derecho a ser consultados en tanto pueblos originarios, aunque sea más difícil para el Estado poder identificarlos como tales. Esto debido a la cantidad de población involucrada y a las contradictorias políticas que, en relación al tema, ha tenido el Estado peruano desde la reforma velasquista, según las cuales la mejor manera de “reparar” a los indígenas peruanos fue desaparecer del discurso oficial la palabra “indio” por considerarla denigrante, reemplazándola por una definición de carácter clasista como es el término “campesino”.

Algunas sugerencias

Antes de definir cuáles son los mecanismos específicos, el Estado —sea el Congreso o el Poder Ejecutivo— debería tomar la iniciativa y proponer a las organizaciones representativas de los pueblos indígenas qué asuntos deberían ser motivo de una consulta. Este punto de partida marcaría el inicio de una nueva relación en la que el Estado llegaría a un acuerdo, debatido y concertado con los pueblos indígenas.

Asimismo, cada uno de los poderes del Estado deberá establecer cuál es el momento en que considera que una norma tiene que ser puesta en consulta y hacerlo de público conocimiento para los interesados. Más complicada aún será la manera de establecer cómo afrontar el caso de un simple acto administrativo que los pueblos indígenas puedan considerar que los afecta, ya que en esa situación la consulta sería ex post, pues es casi imposible que se haga previamente.

Otro punto a considerar es que el Estado tiene la obligación de contar con un registro de los pueblos indígenas que habitan en nuestro territorio. Esta debería ser la primera y única tarea del INDEPA, por el momento. Debido a la mayor organización de los pueblos indígenas de la Amazonía se debería empezar por el registro de estos, para poder iniciar las consultas de una manera más organizada.
Como vemos, el reto que se le plantea al Estado peruano en su inacabado proceso de reforma se vuelve más complejo luego de las movilizaciones de los pueblos indígenas de la Amazonía. Sin embargo, es el precio que tiene que pagar por la frivolidad y la indolencia con la que manejó el tema en los últimos quince años, frente a un sector que, si algo no ha puesto en cuestión, es su condición de ciudadanos y ciudadanas de la República del Perú.

* Antropólogo, miembro del Comité Directivo de la Asociación SER.
1 Publicada el 21 de junio por el diario El Comercio. Véase http://www.elcomercio.com.pe/impresa/notas/92-decretos-debieron-consultados/20090621/303589
2 En el proyecto se menciona de manera genérica de “el organismo técnico especializado en materia indígena”, véase http://www2.congreso.gob.pe/Sicr/TraDocEstProc/CLProLey2006.nsf
3 “Los nativos selváticos deberían tener presencia en el Congreso. Una asamblea de "apus", supervisada por la ONPE, nombraría a dos representantes y estos tendrían voz pero no voto allí (al no haber sido elegidos por sufragio; es que sería difícil implementarlo para los nativos por su dispersión en lejanas aldeas).” En “Las mismas Fallas”, Diario Correo, edición del 17 de junio 2009. Ver
http://www.correoperu.com.pe/correo/columnistas.php?txtEdi_id=4&txtSecci_parent=&txtSecci_id=84&txtNota_id=76049



http://www.revistargumentos.org.pe/index.php?fp_verpub=true&idpub=187

viernes, 12 de junio de 2009

cuando la soberbia se impone a la razón

Alan García afirma que existió “genocidio de policías” en Bagua por parte de extremistas
El mandatario aseguró que si hubiera habido una mayor cantidad de nativos muertos, se hubiera producido un gran escándalo.
(El Comercio,12 de junio del 2009)

No hubo 24 policías muertos, hay hasta el momento 33 PERUANOS muertos, y sí, fue a manos de incivilizados salvajes, quizá hasta su lucha sea justa al fin y al cabo defienden su jungla: el mercado de los grandes e insensibles capitales, cuidado alzan sus lanzas filudas envenenadas de tinta, como de costumbre invadieron la presidencia, el congreso y hasta los ministerios

miércoles, 10 de junio de 2009

cuando las palabras quedan cortas

sin palabras...
unir fuerzas para las marchas por la paz.




sábado, 6 de junio de 2009

Sangra la Amazonía, Sangra el Perú: El Gran Concierto de las inversiones y las Concesiones

8:30 pm: Un frío intenso en la Plaza de Armas del Cusco, se prepara un concierto de rock. Es el mes jubilar del Cusco, y al costado de la catedral un pequeño grupo de gente se prepara y va llenando pancartas. En ese momento, estoy apurado e intentando entregar una carpa y una bolsa de dormir a Hugo, ya que él sí podrá viajar al Santuario de Qoyllurit'i, mientras yo acumularé un año más de ausencia ante el Tayta cristiano y el Apu de siempre. Aunque igual, están y estarán dentro de mi (consuelo de ausentes, consuelo de tontos, no hay ni habrá nada mejor que una experiencia en el santuario de Qoyllurit'i…).

9:00 pm: El concierto está por empezar, el pequeño grupo de manifestantes ahora ya en camino y pancartas en mano, ingresa por delante de la multitud de asistentes al concierto. Se produce un momento de silencio: la multitud calla y hasta los técnicos que prueban el equipo de sonido paralizan su quehacer, un silencio de respeto, se diría. -¡¡¡Bagua no se vende, Bagua se defiende!!! … ¡¡¡Alan Asesino, el Cusco te repudia!!!… ¡¡El pueblo unido, jamás será vencido!!... De pronto mi cuerpo responde inercialmente ante aquellos solidarios gritos rebeldes: mi corazón se acelera, mis ojos intentan leer las pancartas y encontrar, quizá, a algún conocido entre los manifestantes, mis pies y mi voz quisieran unirse a la marcha. Sin embargo, opto por integrarme a la multitud silenciosa.

9:07 pm. Los gritos de apoyo y repudio no cesan, gritan más fuerte, buscan eco en la multitud, pero es en vano. La multitud espera su concierto, espera su festín de melodía. Claro, Casa Andina y la Municipalidad del Cusco se los dará y nadie ni nada podrá evitarlo.

9:08 pm. Mientras la multitud despide con silbidos y abucheos a las “solidarias voces rebeldes”, pensaba en cuántas veces fuimos y cuántas más seremos parte de esas multitudes que participan, disfrutan y hasta se ganan sus centavos con el concierto de las grandes inversiones, ventas y concesiones de nuestros recursos y cuántas otras veces nos tocará ser, más bien, motivo de “solitarias voces rebeldes” que al pie de un concierto San Juanero pasan por el callejón oscuro de las pifias y los abucheos. De tan sólo pensarlo se me viene a la memoria que en gran parte de las provincias altas de Cusco y Apurímac un considerable número de proyectos mineros culminaron con la fase exploratoria y que el siguiente paso será echar mano a los metales. Se me pone la piel de gallina, aunque espero responder como un gallo.

10:30 pm. Tras una taza de café e intentando escapar al feo frío de junio entro al depa, Pablo y el Facebook parecen estar muy alarmados: treinta y tantos indígenas muertos, de acuerdo al Colegio Médico de Chachapoyas son 25 civiles muertos, y en la televisión Yehude Simon Munaro, Presidente del Consejo de Ministros, Meche Cabanillas y otros ministros más, resaltan la muerte de 11 policías muertos. ¿Los responsables?. “El señor Pizango y los dirigentes amazónicos, engañaron al Gobierno, engañaron a las comunidades nativas” (Yehude Simon).

10:45 pm. Hasta las últimas consecuencias.
¿Y esas minorías? Como decía esta misma noche el presidente del Congreso, en su conferencia de prensa: "Por importante que sea la opinión del dirigente nativo Alberto Pizango, no puede imponerla a la mayoría". Pero me pregunto si será cierto que esas voces que protestan en momentos aquí, en momentos allá, ¿son realmente minorías?. Es cierto, son minorías, pero...¿somos minoría?

Mientras tanto, entre el concierto de mensajes de indignación y solidaridad con los hermanos amazónicos que circulan por el Facebook y el concierto de “… a quién le importa con que tipo de papel higiénico se limpia uno el culo…” amenamente dirigida por dos “amigos íntimos” y protagonizada por Jessica Tapia, me pregunto si acaso es posible, con este escrito lechucero, dirigir mi culo a un concierto de una mayoría de minorías…




domingo, 31 de mayo de 2009



Hasta siempre Benedetti

Y sucedió lo que siempre a de suceder, allá va Mario Benedetti con su paso siempre comprometido, siempre enamorado y enamorando; sencillo y simple, como el pueblo y su gente a los que nunca quitó la mirada. Cruzó yá el umbral hacia la eternidad, la inmortalidad. Alza sus manos, aquellas que hicieron de lo complejo y lo sublime, sencilla y bella representación. Baja el brazo derecho, con sencillo gesto de pueblo se despide y saluda a los amigos de siempre…


Te quiero
Tus manos son mi caricia
mis acordes cotidianos
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro
tu boca que es tuya y mía
tu boca no se equivoca
te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldía
si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

y por tu rostro sincero
y tu paso vagabundo
y tu llanto por el mundo
porque sos pueblo te quiero
y porque amor no es aureola
ni cándida moraleja
y porque somos pareja
que sabe que no está sola
te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
la gente vive feliz
aunque no tenga permiso
si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho mas que dos.


Ven Dulce Vida
Ven dulce vida / nunca es tarde
Salta sobre las vallas de aflicción
Sobre las confidencias del escombro
Sobre los odios vestidos de blanco
Y las coronas de crisantemos

Dulce vida vení
Con tus amores de estraperlo
Tus lozanas noticias libertinas
Tu memoria frutal
Tu noche de las paces
vení con lluvia y sin diluvio
Con sol y sin incendios

Vení aunque te detengan
Aunque te inmovilicen
en las rutinas del cielo
en la absurda pereza de la muerte

dulce vida vení
echate al hombro los fracasos
vení con tus trocitos de martirio
con tu sed y tu hambre venerables
con tu postal de mar
con tu bosque de vuelos.

Apurate y vení
Antes de la sangre se coagule
Las bisagras se oxiden
La voz se vuelva un hilo.


Yo no te pido
Yo no te pido que me bajes
una estrella azul
solo te pido que mi espacio
llenes con tu luz.

Yo no te pido que me firmes
diez papeles grises para amar
sólo te pido que tu quieras
las palomas que suelo mirar.

De lo pasado no lo voy a negar
el futuro algún día llegara
y del presente
que le importa a la gente
si es que siempre van a hablar.

Sigue llenando este minuto
de razones para respirar
no me complazcas no te niegues
no hables por hablar.

Yo no te pido que me bajes
una estrella azul
solo te pido que mi espacio
llenes con tu luz.

Ese gran simulacro
Cada vez que nos dan clases de amnesia
como si nunca hubieran existido
los combustibles ojos del alma
o los labios de la pena huérfana
cada vez que nos dan clases de amnesia
y nos conminan a borrar
la ebriedad del sufrimiento
me convenzo de que mi región
no es la farándula de otros

En mi región hay calvarios de ausencia
muñones de porvenir/arrabales de duelo
pero también candores de mosqueta
pianos que arrancan lágrimas
cadáveres que miran aún desde sus huertos
nostalgias inmóviles en un pozo de otoño
sentimientos insoportablemente actuales
que se niegan a morir allá en lo oscuro

El olvido está tan lleno de memoria
que a veces no caben las remembranzas
y hay que tirar rencores por la borda
en el fondo el olvido es un gran simulacro
nadie sabe ni puede/ aunque quiera/ olvidar
un gran simulacro repleto de fantasmas
esos romeros que peregrinaran por el olvido
como si fuese el camino de santiago
el día o la noche en que el olvido estalle
salte en pedazos o crepite/
los recuerdos atroces y los de maravilla
quebrará los barrotes de fuego
arrastrarán por fin la verdad por el mundo
y esa verdad será que no hay olvido.


Hombre preso que mira a su Hijo
Cuando era como vos me enseñaron los viejos
y también las maestras bondadosas y miopes
que libertad o muerte era una redundancia
a quien se le ocurriría en un país
donde los presidentes andaban sin capangas.

Que la patria o la tumba era otro pleonasmo
ya que la patria funcionaba bien
en las canchas y en los pastoreos.

Realmente no sabían un corno
pobrecitos creían que libertad
era tan solo una palabra aguda que muerte era tan solo grave o llana y cárceles por suerte una palabra esdrújula.

Olvidaban poner el acento en el hombre.

La culpa no era exactamente de ellos
sino de otros mas duros y siniestros
y estos si
como nos ensartaron
en la limpia república verbal
como idealizaron
la vidurria de vacas y estancieros
y como nos vendieron un ejército
que tomaba su mate en los cuarteles.

Uno no siempre hace lo que quiere
uno no siempre puede
por eso estoy aquí
mirándote y echándote
de menos.
Por eso es que no puedo despeinarte el jopo
ni ayudarte con la tabla del nueve
ni acribillarte a pelotazos.

Vos ya sabes que tuve que elegir otros juegos
y que los juegue en serio.

Y jugué por ejemplo a los ladrones
y los ladrones eran policías.

Y jugué por ejemplo a la escondida
y si te descubrían te mataban
y jugué a la mancha
y era de sangre.

Botija aunque tengas pocos años
creo que hay que decirte la verdad
para que no la olvides.

Por eso no te oculto que me dieron picana
que casi me revientan los riñones
todas estas llagas hinchazones y heridas
que tus ojos redondos
miran hipnotizados s
on durísimos golpes
son botas en la cara
demasiado dolor para que te lo oculte
demasiado suplicio para que se me borre.

Pero también es bueno que conozcas
que tu viejo callo
o puteo como un loco
que es una linda forma de callar.

Que tu viejo olvido todos los números
(por eso no podría ayudarte en las tablas)
y por lo tanto todos los teléfonos.

Y las calles y el color de los ojos
y los cabellos y las cicatrices
y en que esquina
en que bar
que parada
que casa.

Y acordarse de vos
de tu carita
lo ayudaba a callar.

Una cosa es morirse de dolor
y otra cosa es morirse de vergüenza.

Por eso ahora me podes preguntar
y sobre todo
puedo yo responder.

Uno no siempre hace lo que quiere
pero tiene el derecho de no hacer
lo que no quiere.

Llora nomás botija
son macanas
que los hombres no lloran
aquí lloramos todos.

Gritamos berreamos moqueamos chillamos
maldecimos
porque es mejor llorar que traicionar
porque es mejor llorar que traicionarse.

Llora
pero no olvides.